jueves, 13 de mayo de 2010

Calzado adecuado: elegir con los pies, no con la vista

Juanetes, deformidades de los dedos, callos, ojos de gallo y dolores de rodilla son sólo algunas consecuencias de utilizar calzado inadecuado.

 Nos transportan de un lugar a otro y soportan nuestro peso durante gran parte del día, a menudo embutidos en calzado con excesivo tacón, hormas demasiado estrechas o puntas afiladas que a la larga pueden provocar lesiones irreparables. Y aún así, los pies son una de las partes de nuestro cuerpo a las que menos atención prestamos, poco conscientes del papel que juegan en nuestra salud y bienestar.

Su función consiste en proporcionar un apoyo a nuestro organismo, pero también los utilizamos para movernos y detenernos, para realizar acciones rítmicas , de propulsión y absorción de choques y para mantener el equilibrio. Son, por tanto, un órgano muy especializado que hay que cuidar y mimar. Y un calzado adecuado es el primer paso.

Y ¿Cómo elegir las zapatillas para correr?  VER  INFOGRAFIA